sábado, 19 de diciembre de 2009


-¡Un día vi ponerse el sol cuarenta y tres veces!
Y un poco más tarde añadiste:
-¿Sabes? Cuando uno está verdaderamente triste le gusta ver las puestas de sol.
-El día que la viste cuarenta y tres veces estabas muy triste ¿verdad?
Pero el principito no respondió.

1 comentario:

  1. No quiero que veas el atardecer tantas veces en un día. Hablemos, creo que cuando hablamos te olvidás de ciertas cosas :), quizá no, pero a mí me pasa, por eso me gusta que lo hagamos.
    Yo te voy a cuidar si me lo permitís. Voy a intentar decir tantas tonterías como pueda siempre que pueda, así en una de esas te saco una sonrisa.
    Tu extraño.

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